Para
Pérez Porto y Gardey (2011) el análisis “es el examen de una realidad
susceptible de estudio intelectual que, a través de la distinción y la
separación de sus partes, permite conocer sus elementos constituyentes y
principios”
Así
mismo los autores antes mencionados señalan que el análisis literario, “consiste
en una evaluación para desmenuzar y reconocer los distintos aspectos que
conforman una obra. Este trabajo se realiza examinando el argumento, el tema,
la exposición, el estilo y otras cuestiones referentes a una obra literaria”.
El
análisis literario puede realizarse cuando se estudia determinado texto o autor
con fines académicos; pero es un elemento imprescindible cuando de producción
se trata, pues implica reflexionar en torno al trabajo personal y el de otros.
El análisis nos da elementos para comprender lo que leemos y para saber si al
escribir un texto realmente expresamos lo que queremos decir; por tanto,
ensayarlo en el ámbito académico enriquece y afina las habilidades de lectura y
escritura de los estudiantes.
El
análisis de un texto consiste en indagar si la forma que se le da al texto al
producirlo es congruente con la intención comunicativa del autor. Al analizar
es necesario tomar en cuenta que el texto (del tipo que sea), es una unidad de
significado para la comunicación, en la que forma (estructura, por ejemplo:
inicio, desarrollo, desenlace) y fondo (contenido) están relacionados, son
congruentes y se corresponden entre sí para dar sentido al discurso. Así el
análisis debe realizarse considerando ambos aspectos.
¿Para qué sirve el análisis de textos?
Cuando se ha producido un texto o si el propósito es indagar en
los productos escritos de otros, el análisis permite:
Forma: saber si la estructura es coherente (desarrollo lógico del
texto), si es clara y si cada parte del contenido cumple con su función; además
de que es posible detectar errores u omisiones de redacción, gramática,
ortografía, etcétera.
Fondo: saber si logramos transmitir lo que queríamos al momento de
plantear el propósito comunicativo. Para estar más seguros de ello podemos
someter nuestros textos al comentario o la crítica de otros
Cabe precisar que por forma se entienden aquellos elementos
propios de la estructura, misma que varía de un tipo de texto a otro. En este
rubro se incluyen: presentación de la información, organización, partes del
texto, tipo de lenguaje, redacción, gramática donde vale la pena realizar un
análisis sintáctico, es decir, de la lógica y propiedad en la construcción de
oraciones, unidad mínima del texto y ortografía. Por su parte, el fondo se
relaciona con el propósito comunicativo; en otras palabras, ¿qué quiere
comunicar el autor?, mismo que está relacionado con los usos y funciones del
texto: que se dice y cómo.

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